Por Redacción
La pobreza que rodea históricamente a las comunidades indígenas en México no se limita a los salarios o empleos. Actualmente, 4 millones de niños, niñas y adolescentes indígenas y hablantes de lengua indígena que están en edad de cursar la educación básica lo hacen en escuelas sin sanitarios, con techos de material poco resistente, sin maestros que hablen su misma lengua y con aulas sin escritorio o butacas, de acuerdo con un estudio.
El 78.6 por ciento de esos estudiantes vive en condiciones de pobreza, por encima de la media nacional, que es de 53.9 por ciento.
En el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, un estudio realizado por el Instituto Nacional de Evaluación de la Educación (INEE) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) expuso que esa población no goza a plenitud del derecho establecido en el Artículo Tercero de la Constitución Mexicana y en un sinnúmero de tratados a los que el Estado se ha adscrito.
En números oficiales, la matrícula refleja éxito, pero en términos de calidad y efectividad, el estudio se plantea una interrogante: ¿en qué medida el Sistema Educativo Nacional cubre la necesidad social de educación?
Se extrajeron indicadores que muestran el rezago de la población indígena en las capacidades básicas de lectura y escritura así como en la escolaridad básica y media superior. Bajo esta condición, documentó, el acceso a otros derechos y su ejercicio pueden verse reducidos tanto como el desarrollo del capital cultural y económico, ya que se reconoce que el analfabetismo es un factor importante en los mecanismos de perpetuación de la pobreza, la marginación y la exclusión social.
Casi 118 mil niños monolingües de lengua indígena entre preescolar y secundaria tienen menores probabilidades de concluir la educación básica en comparación con el resto de los estudiantes.
“Es innegable que la desigualdad social y económica es un rasgo estructural de la sociedad mexicana, por ello el Sistema Educativo Nacional debe asegurar resultados educativos equitativos y no reproducir las desigualdades presentes en la sociedad, para lo cual ha de adecuar su tratamiento a los alumnos de forma diferenciada según sus necesidades y su contexto, de manera que, en lo posible, se logre abatir las desigualdades de origen”, afirmó el estudio.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), del total de la población indígena, que es de 11.9 millones de personas, el 73.2 por ciento vive en condiciones de pobreza; el 21.8 por ciento vulnerables por carencias sociales o ingresos; y sólo el 5 por ciento no es pobre ni tampoco vulnerable de serlo.
Estas cifras colocan a 9 de cada 10 niños y adolescentes en situación de pobreza.
FUENTE: SINEMBARGO.MX