“Estamos viendo la consolidación del feudalismo virtual”
Abel Pérez Rojas
Hasta hace algunos años se veían con esperanza los nuevos horizontes que se abrían con motivo del posicionamiento de Internet frente al predominio de las todopoderosas grandes cadenas de televisión, en el caso de México por el duopolio de todos conocidos.
Sin embargo, con el paso del tiempo se han desenmascarado quienes detentan el control de lo que se dice y hace a través de millones y millones de equipos de cómputo y dispositivos.
En ese sentido, bien se afirma que está de regreso el feudalismo, sólo que ahora virtual, dirigido por cinco grandes monstruos: Amazon, Apple, Facebook, Google y Microsoft.
Estas corporaciones nos imponen formas de convivencia, gustos, modas, formas, personajes y hasta normas de censura que a veces pasan inadvertidas, pero que delinean una realidad aceitada por lo que se considera política y socialmente correcto.
Sus metas de penetración y posicionamiento comercial no tienen límite, por ejemplo, tan sólo en México, 41 millones consultan Facebook diariamente, refiere el artículo de Maldonado, Mario (20160210) Facebook y sus 61 millones de usuarios. Recuperable en http://goo.gl/jUbfqH.
Uno de los problemas con Facebook es que en el afán de globalizar todo, se soslaya la diversidad, cualidad inseparable de la humanidad. Las políticas de censura del “Libro de Caras” es una clara muestra de ello.
Mujeres amamantando, padres bañando a sus hijos, desnudos que dan vida a la obra de muchos artistas en cualquier otro contexto no causaría mayor problema. Sin embargo, desde que Facebook se ha convertido en un medio omnipresente se han vuelto célebres los incidentes de censura de imágenes.
En dos ocasiones he visto de cerca el pánico de Facebook por el cuerpo desnudo.
La primera cuando nuestro amigo Luis Fernando Paredes Porras escribió un artículo sobre el caso de la mujer policía (Chichis por la cuasa… y pa’ la banda http://goo.gl/YtpVUm) que fue despedida en el norte del país por mostrar un seno mientras portaba su uniforme de trabajo.
En el segundo caso, más reciente y más drástico, llegó a la cancelación de la cuenta de mi amigo Beto Ballesvid, quien decidió mostrar las fotografías de su participación en la WNBR Worl Naked Bike Ride, Puebla, 2016.
Beto mostró una serie de fotos de su desnudez en la rodada ciclista por las calles de Puebla. A Facebook no le importó las causas que dieron origen a la manifestación y en consecuencia al motivo del desnudo de Beto. Sólo canceló la cuenta.
Lo de menos es que Facebook cancele una cuenta y que Beto haya abierto otra.
Lo que debemos cuestionarnos son varios puntos: la indefensión de los usuarios frente al gigante, porque no obstante que se puede solicitar la reconsideración de la medida, en general no procede en retroceso y, segunda, bajo qué criterios se está moldeando la moral de las futuras generaciones.
Es necesario analizar varias medidas que están adoptando los monstruos de Internet, porque a mi parecer están sentando las bases de un feudalismo virtual del cual podrían tener que pasar varias décadas, sino es que siglos, para liberarnos.
¿Qué le parece?
Abel Pérez Rojas (@abelpr5) es doctor en Educación Permanente. Dirige: Sabersinfin.com.