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IMPORTANTE GENERAR PROGRAMAS EDUCATIVOS DE APOYO PARA JÓVENES MEXICANOS QUE RETORNAN DE ESTADOS UNIDOS

  • Colette Ilse Despagne Broxner, investigadora del ICSyH de la BUAP, analiza los desafíos que implica la reintegración de estos jóvenes al sistema educativo mexicano.

La reintegración al sistema educativo de nuestro país de jóvenes de origen mexicano que han vivido en Estados Unidos es un desafío emergente que cada vez crece más, por lo que es necesario generar programas de apoyo para su adaptación a la cultura académica y al idioma, señaló Colette Ilse Despagne Broxner, profesora investigadora del Posgrado en Ciencias del Lenguaje, del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSyH) “Alfonso Vélez Pliego” de la BUAP.

De acuerdo con investigaciones realizadas en los últimos diez años, los estudiantes transnacionales -aquellos que han transitado por lo menos una vez entre los sistemas educativos de México y Estados Unidos- son invisibles en las escuelas mexicanas debido a la falta de programas de apoyo al español académico.

“Esta situación genera desafíos lingüísticos y de identidad que deben enfrentar los jóvenes que han regresado de Estados Unidos para continuar sus estudios en México; algunos de ellos, incluso, han experimentado discriminación por parte de sus compañeros que no los perciben como mexicanos y son llamados “gringos” o “pochos”, debido a que no hablan bien español o por la errónea idea de que al ser originarios de ese país son superiores a los demás”, afirmó.

Ante tal situación, subrayó la importancia de crear programas de pares en los que un estudiante mexicano ayude al recién llegado a adaptarse a la cultura educativa de su nueva escuela. Además, impulsar planes académicos para la enseñanza del español como lengua adicional (Spanish Literacy).

Despagne Broxner sugirió también la adecuación de las clases de inglés al nivel de los alumnos y la conformación de programas de asistencia en este mismo idioma, para facilitar el reposicionamiento de los jóvenes.

“Los profesores de inglés podrían integrar a los estudiantes como sus asistentes académicos debido a su dominio del idioma y de esta forma los jóvenes se sentirían revalorizados, al darse cuenta que poseen conocimientos que pueden compartir con sus compañeros”, consideró.

La investigadora detalló que existen tres grupos para clasificar a estos estudiantes transnacionales: los oriundos de México que emigraron a Estados Unidos siendo muy pequeños; los nacidos en México que han transitado varias veces entre los sistemas educativos de ambos países; y aquellos nacidos en Estados Unidos pero con al menos un padre mexicano.

Dio a conocer que los resultados del Programa Interdisciplinario sobre Política y Prácticas Educativas (PIPE), elaborado por la doctora Mónica Jacobo, catedrática Conacyt comisionada al Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), revelaron que en el 2014 la SEP registró 431 mil niños nacidos en el extranjero que estudiaban en escuelas de México.

“Sin embargo no se cuenta con una cifra exacta de aquellos nacidos en México que estuvieron viviendo un tiempo en Estados Unidos y que regresaron a estudiar, lo que incrementaría significativamente el número de alumnos transnacionales y eso significa que la reintegración de estos jóvenes al sistema educativo mexicano es un desafió emergente que va creciendo cada vez más”, añadió.

A pesar de que entre estos estudiantes hay quienes pueden comunicarse en los dos idiomas, no tienen el conocimiento para escribir el español, lo que les genera dificultades para entender los temas impartidos en la escuela. Existen casos de alumnos que llegan al país a estudiar a muy temprana edad, debido a que sus padres fueron deportados o por alguna otra situación, y sólo hablan inglés, lo que hace aún más difícil su aprendizaje, comentó.

“Hicimos un estudio en el que entrevistamos a 20 estudiantes de distintos colegios de Bachilleres de Puebla, de las localidades de San Martín Texmelucan e Izúcar de Matamoros, y en sus testimonios algunos de ellos comentaron haber reprobado varias materias por no comprender los discursos académicos de sus profesores en español y que pasaron de ser buenos estudiantes en Estados Unidos a ser catalogados como “malos” en México”, aseveró.

Despagne Broxner explicó que otra problemática que enfrentaron estos alumnos fue adaptarse a los métodos de enseñanza, ya que contaban con asesorías particulares en sus escuelas en el extranjero, situación que en México es diferente, además tenían la percepción de que todos los conocimientos que aprendieron allá carecían de relevancia en sus nuevas aulas.

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