Por Redacción
Ciudad de México.-Lla titular de la Secretaría de Relaciones Internacionales, Claudia Ruiz Massieu, compareció con motivo de la Glosa del IV Informe de Gobierno de Enrique Peña Nieto. En el pleno, habló acerca de “una relación multifacética, madura e institucional” con Estados Unidos, pero luego fue sometida a los cuestionamientos de los legisladores acerca de la visita de Donald Trump el pasado 31 de agosto.
Al respecto, el senador Rabindranath Salazar Solorio, del Partido Revolucionario Intitucional (PRD) increpó a Ruiz Massieu sobre si tuvo ingerencia en la organización del evento para recibir al candidato republicano, quien “ha denigrado, insultado y discriminado a todos los mexicanos y que por obvias razones ha generado un sentimiento generalizado de enojo” pero que “fue recibido con todos lo honores para quien no merece el más mínimo de ellos”.
El perredista señaló la incapacidad de nuestros representantes para defender la dignidad nacional ante tantos agravios” y que, a partir de ese encuentro con Peña Nieto, el republicano despuntó en su campaña que ya se encontraba en crisis.
“¿Tuvo usted participación dentro de la planeacion, invitación y organización de este lamentable evento donde hasta helicóptero le proporcionaron al candidato republicano?”, enfatizó Salazar Solorio. “Si su respuesta es afirmativa, sería muy lamentable, si su respuetsa es negativa, sería aún de mayor preocucpación que la conductora de la política externa de nuesto país no sea tomada en cuenta en tan importante decisión”, finalizó.
La Canciller respondió que la invitación a Donald Trump se realizó como un esfuerzo de diálogo y de fortalecer las relaciones con el país vecino. “Se toma la decision de hacer del conocimiento de ambos candidatos la disposición del Presidente de la República de sostener una conversación directa con ambos candidatos y con su equipo, respecto de las relaciones bilaterales y de la región de América del Norte (…), cuáles son los intereses y las prioridades a futuro de ambos países”.
Destacó la dependencia fue la encargada de entregar dicha invitaciones y que, incluso, en el caso de Donald Trump se “antojó necesario”, por las manifestaciones racistas que desde el inicio de su campaña ha hecho públicas el magnate:
“Yo tuve conocimiento de esta decisión de sostener una conversación directa. La Cancillería fue responsable de entregar las cartas a los equipos de ambos candidatos, donde se manifiesta la voluntad del Presidente de sostener un diálogo directo, que en el caso del candidato republicano se antojaba más necesario, toda vez que en distintas manifestaciones ha expresado el desconocimiento de México, la ignorancia sobre la relación bilateral, y una visión estereotipada que no corresponde a la realidad de los mexicanos y de nuestra comunidad”.
Aseguró que Peña Nieto se mostró firme ante el candidato y que supo expresarle el desagrado por sus manifestaciones de discriminación hacia los mexicanos: “En ese sentido se buscó privilegiar un diálogo directo y que en ese encuentro se mostrara de parte del presidente de la república, y así lo hizo con toda firmeza, nuestra indignación por sus dichos, que no reflejan lo que somos ni lo que es México, ni lo que es nuestra relacion bilateral y se mostró nuestra falta de coincidencia con la visión que ha mostrado ese candidato respecto a América del Norte y nuestra relación bilateral”.
Por su parte, Mariana Gómez del Campo, del Partido Acción Nacional (PAN) manifestó su molestia por el tiempo que tardó la titular de Relaciones Exterirores en responder a una ofensa para el país: “¿En qué país es eficiente una Cancillería que tarda 240 días en responder a una ofensa grave?”, dijo y sugirió que tal vez el Ejecutivo no escuchaba a la SRE.
En tanto, Manuel Bartlett del Partido del Trabajo (PT) criticó que la decisión haya sido “precipitada”: “En política exterior las decisiones no pueden ser precipitadas, nunca. Se necesita un jefe de Estado que conozca de política exterior”, acuso.