Braulio Paisano
Texmelucan, Pue.- ¿Ustedes se pueden imaginar cómo puede ser eso de contratar a alguien que está legalmente impedido para realizar las funciones para las que es contratado? ¿No? De acuerdo déjeme explicar porque lo digo; hace unos meses el edil texmeluquense, Rafael Núñez Ramírez, apoyado por la entonces contralora, irrumpieron en las oficinas de la Sindicatura, alegaron entonces mal desempeño de la Síndico Municipal, la maestra Martha Huerta Hernández y de su equipo de trabajo.
Luego entonces y en medio del escándalo mediático de tomar las oficinas de la sindicatura y clausurarlas de forma arbitraria, Rafael Núñez se propuso imponer a un nuevo equipo de abogados según el con todas las capacidades para realizar esa labor de defender los derechos de los texmeluquenses y su patrimonio.
Tal cosa paró hasta que el presidente municipal logró la contratación millonaria de un despacho particular para defender el caso de los predios de San Damián, lugar donde se instala a la fecha el tianguis de Texmelucan, y que por cierto sigue en las mismas, con una deuda millonaria y salvable y pagadera, lo que ocurrirá tarde que temprano.
Sin embargo ese tema no es el que compete a este escribano, sino más bien, el asunto de hoy va con el también impuesto Director de Asuntos Jurídicos del H. Ayuntamiento de San Martín Texmelucan, el abogado “jarocho” Rodolfo Ramos García, el mismo que vendría al municipio a darnos una catedra de derecho, quien según Rafael Núñez era la mejor opción para su gobierno y el mejor de los mejores de los abogados litigantes.
Pues resulta que mediante una consulta ante el Honorable Tribunal Superior de Justicia del Estado de Puebla, en su página de internet el directorcito no está reconocido como la figura legal que pueda dar la cara ante asuntos de índole civil, como incumplimiento de contratos de obra pública o juicios reinvindicatorios, por decir un par de ejemplos; el caso es que el señor no está registrado ante el tribunal superior para litigar los asuntos de municipio.
Así están las cosas, el señor Rodolfo Ramos, no ha cumplido con el requisito imperativo de darse de alta ante dicha instancia, por lo que sus funciones tanto en el municipio como ante el poder judicial son altamente limitadas, basta con teclear su nombre para encontrar que por ahí ni se le conoce ni se le reconoce, en fin, no sé quién es más tonto, si él señor abogado por no realizar los trámites pertinentes, o el presidente municipal necio por no darse cuenta que lo que hace en lugar de aportar y ayudar a que las cosas mejoren no le resulta ni tantito.
Aunado a todo lo anterior, habrá que sumar el negro historial que pesa sobre los hombros de Ramos García, algo de lo que la prensa estatal ya ha dado cuenta, basta buscar en internet su nombre para encontrar que el señor abogado, en su paso por la presidencia del Tribunal de Arbitraje pisoteo los derechos de cientos de ex trabajadores del gobierno estatal, estorbando en los procesos de demandas, evitando su avance.
Lo último se subraya, pues durante una rápida visita por el Tribunal de Arbitraje en Puebla, sus compañeros y subordinados, aseguran que el ilustre leguleyo es un prepotente, insensible, acosador y corrupto, que todo los resolvía mediando recursos económicos, de lo contrario el destino de determinados juicios recibían carpetazo y marcha atrás.
A la fecha y tras varias visitas al ayuntamiento, el señor director jurídico nunca se encuentra en su oficina, según su gente porque anda en diligencias en la capital del estado ¿pero cómo es eso posible, si el señor no puede pararse por los tribunales? No es lo que se conoce como abogado patrono del ayuntamiento.
Hay incluso, aseveraciones de que este señor solo ha hecho pie en las oficinas municipales solo un par de veces y paremos de contar; el caso es que en lugar de ayudar únicamente estorba…
¿Ya se habrá dado cuenta el alcalde de lo que le digo?