“Crear en lo trillado tiene un irrefutable valor didáctico”.
Abel Pérez Rojas.
Parece casi imposible que sobre lo trillado se encuentre originalidad, porque ha sido tantísimas veces recorrido el camino que la previsibilidad acaba con nuestra capacidad de asombro, sin embargo, sí es posible encontrar nuevas sendas, desenlaces, historias, escenarios y soluciones en aquello que creemos saber de cabo a rabo.
Tiene mayor mérito cuando se logra crear sobre lo trillado porque tiene un valor didáctico irrefutable.
La originalidad no necesariamente surge de la nada, se va construyendo poco a poco, no linealmente, no de forma cuadrada ni constreñida, a veces es a través de espasmos o explosiones de múltiples dimensiones que por su comportamiento caótico parece que no pueden ser replicables ni previsibles.
Pero cuando nos damos la posibilidad de abrirnos a la inventiva, lo trillado representa un reto y desafío que da muchas gratificaciones.
Pienso todo esto después de haber visto La forma del agua (The Shape of Water), la más reciente película de Guillermo del Toro (Guadalajara, Jalisco; 9 de octubre de 1964).
El afamado director, guionista y productor mexicano lo vuelve a hacer, en escenarios semioscuros, mezclando a monstruos con humanos y en un ambiente de la Guerra Fría, nos devela una historia de amor con una bella y una bestia que exhiben lo cursi que son otras versiones, por ejemplo las de Disney.
Las historias de amor siempre han estado ahí, igual que los cuentos de princesas y príncipes, pero el camino seguido por del Toro es didáctico; tan ilustrativo resulta el andar de Guillermo que seguramente con su magia ya infectó muchos jóvenes que querrán seguir sus pasos.
En el caso que le comparto probablemente el glamour y la majestuosidad del cine pueden confundirnos en el sentido de que hasta en la más simple rutina también podemos innovar y crear.
Por eso le invito que vea con nuevos ojos todo aquello que le rodea para que se percate de lo que nos hemos perdido.
Si usted revisa lo que hacemos en Sabersinfin.com y en nuestro proyecto hermano Préstame tu Recuerdo, verá que no hay día que no le estemos compartiendo en cualquier formato lo extraordinario de lo cotidiano. Múltiples casos, de personas comunes y corriente, que crean e innovan en lo trillado.
Démonos el privilegio de contemplar a la luz de la educación permanente el quehacer del artista urbano, de las historias y recuerdos de quienes por su edad han reconfigurado la historia del lugar en el que vivimos, esas narrativas que no responden al registro puntual de los hechos, sino a su inventiva y reconfiguración de lo que vivieron.
Mire, hagamos algo, le invito que haga usted una lista de al menos cinco cosas que conozca a la perfección y que por ello le parece rutinario, después piense cómo es que a todo ello usted le ha puesto ese “toque” muy personal que le da su sello distintivo.
Después repase cada una de esas cosas o situaciones y plantéese hacerlas de otra manera, de forma original, no descarte cualquier opción, aún las descabelladas.
Después de un rato se dará cuenta que ese sello distintivo que usted le pone a ciertas cosas rutinarias pueden ser un signo de la carga inventiva que contiene en particular eso y además la posibilidad de que usted esté al menos haciendo algunas innovaciones.
Es un deleite adentrarse en los laberintos de la creatividad y de la inventiva, más aún cuando creamos sobre lo aparentemente trillado. ¿O no?
Abel Pérez Rojas (@abelpr5) es escritor y educador permanente.