- La Preparatoria Emiliano Zapata se unió a la serie de homenajes que ha recibido el escritor con motivo de su 76 aniversario.
“No sólo la literatura, sino la cultura en general, es el remedio eficaz para salir adelante ante la situación que vive el país”, expresó el escritor Agustín Monsreal, ante estudiantes y docentes de la Preparatoria Emiliano Zapata. Durante el homenaje con motivo de su onomástico número 76, el autor yucateco indicó que la Dirección de Fomento Editorial de la BUAP es el sello del país con mayor número de títulos dedicados a la minificción, género del cual es uno de los mayores exponentes en América Latina.
Durante el evento, Monsreal compartió anécdotas de su infancia en Mérida. Si bien su formación académica sólo abarcó hasta sexto grado de primaria, un interés posterior por el arte dramático lo obligó a leer tragedias de Sófocles y otros dramaturgos griegos. Dentro de la tradición literaria grecolatina, quedó fascinado con el papel que las mujeres ejercían: “Tienen una capacidad humana extraordinaria para apropiarse de la vida. Podría incluso decir que esta es la raíz de todas las literaturas”, afirmó.
Asimismo, habló sobre su labor literaria: “Para mí, la literatura no es profesión, ni negocio: es destino. Y como tal, lo acepto y me hago responsable de él. La literatura me ha salvado de los momentos más trágicos que he vivido”, relató.
Por su parte, Ana María Huerta Jaramillo, directora de Fomento Editorial de la BUAP, narró la sinergia que ha entablado con el escritor, miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Una muestra de este trabajo conjunto fue la antología ¡Vamos al circo!, publicada bajo el sello de la BUAP y que, tras lanzar una convocatoria para conformarla, recibió alrededor de 900 textos de minificción, de los cuales sólo 120, aproximadamente, fueron publicados.
Además, Fernando Sánchez Clelo, escritor y amigo del homenajeado, aplaudió la apertura de la Máxima Casa de Estudios en Puebla para incluir propuestas, como la minificción, dentro de su catálogo cultural. A pesar de que en un inicio este género no era considerado como tal, en la actualidad se ha consolidado y cuenta con “carta de naturalización” en nuestro país. Un claro ejemplo es la obra de Edmundo Valadés.