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EN LA BUAP DESARROLLAN MANIQUÍ DE BAJO COSTO Y REUTILIZABLE PARA ESTUDIOS DE CALIDAD EN ECÓGRAFOS

  • Se diseñaron prototipos con mezclas de grenetina, laxante y glicerina.
  • Hay un tercer prototipo, de forma rectangular y con una densidad de 1.06 gramos sobre mililitro cúbico, similar a la del tejido muscular.

Para contribuir en la revisión o reajuste de los ecógrafos, investigadores del Cuerpo Académico de Física Médica, de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas (FCFM) de la BUAP, desarrollan maniquís de bajo costo y reutilizables, en comparación con las tecnologías comerciales existentes.

El objetivo de la ecografía es conseguir, mediante el uso de ultrasonidos, imágenes con la calidad adecuada para obtener información diagnóstica válida. Por ello, los centros médicos deben verificar que los parámetros de imagen que caracterizan a los ecógrafos cumplan con las especificaciones previamente establecidas.

Se pretende realizar controles de calidad en estos maniquís, tales como uniformidad de la imagen, resolución del campo próximo o zona muerta, profundidad de penetración, punto focal, resolución axial y lateral, entre otras. La revisión a dichos parámetros tiene como fin garantizar la calidad de las imágenes y un correcto diagnóstico médico, aseguró Benito de Celis Alonso, coordinador del proyecto.

Además, “saber qué tan bien funciona el ecógrafo permitirá distinguir las piezas piezo-eléctricas del transductor que están fallando y provocan que la imagen no sea del todo correcta”, agregó María Isabel Antonio de la Rosa, estudiante de la Licenciatura en Física Aplicada.

De esta manera, se crearon tres prototipos a un bajo costo que pueden reutilizarse, a diferencia de los equipos comerciales. Con esta línea de investigación, los científicos de la BUAP incursionan en dicho tema.

Tecnología de bajo costo

Actualmente existen varios maniquís comerciales que simulan el comportamiento del tejido blando frente a los ultrasonidos (en velocidad y atenuación), los cuales son utilizados para efectuar el control de imagen de los equipos de ecografía. Están elaborados con materiales sólidos y elásticos, además disponen de diversos objetos de prueba. No obstante, su precio es de alrededor de 25 mil dólares.

Para diseñar un prototipo de este tipo y a bajo costo, como parte del proyecto de tesis de María Isabel Antonio de la Rosa, en 2015 se inició la investigación “Construcción de maniquís para estudios de calidad de equipo de ultrasonidos y rayos X en física médica”, la cual está vigente.

Para su construcción se utilizaron mezclas de grenetina. A uno se le añadió laxante metamucil y a otro glicerina líquida, sustancias que sirven como conservadores para evitar la infección bacteriana. El que ha proporcionado mejores resultados es el fabricado con mezclas de glicerina, explicó la estudiante de la FCFM.

La novedad de la investigación radica en las mezclas utilizadas con diferentes químicos, para que el gel obtenido sea lo más parecido al tejido humano, pues desde el punto de vista de la Física y de la Ciencia de Materiales, el tejido biológico está catalogado como un sistema complejo.

Antonio de la Rosa detalló que el proceso de creación es similar al de una gelatina, la diferencia es que hay que hidratar la grenetina con agua fría, después derretirla y colocarla en agua caliente, junto con el laxante o glicerina en un recipiente.

Se espera un momento por la formación de burbujas de aire, las cuales al salir a flote se extraen con un colador; lo anterior para evitar ruidos que afecten la imagen ecográfica. Más tarde, cuando el material se comienza a solidificar a temperatura ambiente, se introduce en el congelador. Durante este proceso, precisó la estudiante de Física Aplicada, se incluyen diversas estructuras como rejillas, mangueras e incluso uvas que simulan quistes, con la intención de observar la precisión de medidas del ecógrafo.

Hasta el momento se tiene un tercer prototipo experimental de forma rectangular y con una densidad de 1.06 gramos sobre mililitro cúbico -similar a la del tejido muscular-, cuyo costo es de 300 pesos y puede reutilizarse al derretirse en el horno de microondas por cinco minutos, a diferencia de los comerciales que con el tiempo se deshidratan y dejan de funcionar correctamente.

La siguiente fase de la investigación, comentó Benito de Celis Alonso, doctor en Resonancia Magnética Nuclear por la Universidad de Nottingham, en Inglaterra, es comparar el prototipo diseñado en la BUAP con equipos comerciales. Para ello, el fantoma se llevará a la Facultad de Medicina, para realizar las evaluaciones pertinentes con ayuda de un equipo de ultrasonido clínico, y posteriormente acudir a los hospitales para verificar el correcto funcionamiento de los ecógrafos.

El investigador, quien también es coordinador del Cuerpo Académico de Física Médica, integrado por los doctores Eduardo Moreno Barbosa, Javier Miguel Hernández López, Mario Iván Martínez Hernández y Guillermo Tejeda Muñoz, sostuvo que una de las labores del físico médico en nosocomios es la revisión de los equipos clínicos. Por ello, debe vigilar que, por ejemplo, un equipo de ultrasonido ofrezca resultados e imágenes adecuadas, para garantizar un diagnóstico acertado.

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