Tras señalar que existe un desencanto de la sociedad con relación a las obras y programas de gobierno y la incertidumbre es el principal elemento de desconfianza hacia las instituciones, José Ojeda Bustamante, académico del Instituto de Ciencias de Gobierno y Desarrollo Estratégico (ICGDE) de la BUAP, consideró que el gobierno debe revalorar al ciudadano, a partir de logros de la democracia, como la transparencia.
Al hablar sobre el ejercicio democrático en el refacultamiento ciudadano a través de la transparencia, durante el XXXVIII Congreso Internacional de Americanística, opinó que la poca credibilidad que tienen los gobiernos se debe a la falta de valor público que éstos otorgan a la población, situación que se ve reflejada, por ejemplo, en los resultados poco favorables de los programas sociales.
En el Salón de Proyecciones del Edificio Carolino, precisó que la transparencia es un elemento que permite a la sociedad empoderarse, a partir de su ejercicio diario. Es decir, brinda la posibilidad de generar mejores condiciones de competitividad económica para la implementación de negocios, así como para acceder a información relevante, con respecto a la política, educación y salud, entre otros rubros.
Por su parte, Orlando Espinosa Santiago, investigador del ICGDE, dio a conocer que otro aspecto que genera desconfianza es que el sistema de partidos políticos permanece distante de la población.
“A pesar de que en nuestro país se han hecho reformas y ajustes en el sistema político, los partidos mantienen estructuras internas cerradas que los alejan de la influencia ciudadana y por ello los grupos sociales emergentes, con dinámicas de mucha participación directa, han encontrado pocos espacios de interacción”, planteó.
En su opinión, los partidos no pueden crecer políticamente si sólo acuden con los sectores sociales en la coyuntura electoral y olvidan su trabajo de intermediación social.
A su vez, José Alejandro Guillén Reyes, académico de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, dio a conocer que la participación ciudadana en el proceso electoral para gobernador de Puebla tuvo una caída importante este año, de 45.76 por ciento, en comparación con las elecciones del 2010, cuando se registraron los niveles más altos, 57.29 por ciento.