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COLUMNA SABERSINFIN: POESÍA PARA RESPIRAR EN MEDIO DE LA VIOLENCIA

Digo que la poesía nos devuelve el alma

en medio de entornos donde el pragmatismo político

ha prostituido a las ideologías y a la convivencia diaria”

Abel Pérez Rojas

 “Actualmente las salas de redacción son laboratorios asépticos para navegantes solitarios, donde parece más fácil comunicarse con los fenómenos siderales que con el corazón de los lectores”, solía decir Gabriel García Márquez, el Gabo.

Por eso, quienes compartimos lo que vemos, pensamos y sentimos a través de la palabra escrita y hablada sabemos de la importancia de tomarse ciertos respiros que brinda la poesía, para no quedar agotados por el peso de la realidad y por el efecto de lo que denunciamos o anunciamos.

Sobre todo en este mundo, donde por si no fuera suficiente la realidad compleja del día a día, llegan otras “ayudas del exterior” como la afirmación de que sólo faltan tres minutos para la destrucción total y catastrófica de la humanidad, marcado en el Reloj del Apocalipsis o del Juicio Final.

El reloj que fue creado por la junta directiva del Boletín de Científicos Atómicos de la Universidad de Chicago, hasta el 9 de enero del 2015 le faltaban cinco minutos para la cita fatal, y desde esa fecha tres minutos solamente.

Así un puñado de hombres juegan a ser Dios y a dictar sentencia a lo que juzgan por igual como  humanidad corrompida.

En ese contexto global y las realidades nacionales marcadas por la violencia y la corrupción, es en el que se hacen imprescindibles los espacios para nutrirse de la imaginación, de la riqueza de prescindir de la formalidad intelectual.

¡Bendita poesía! que sirve de oxígeno en el oficio de la palabra escrita.

Así los seres humanos, dignos o corruptos, pobres o ricos, ilustrados o iletrados podemos abrevar de los océanos de las emociones y del valor de las palabras.

La poesía se convierte en una vía para lograr las respectivas interconexiones neuronales que darán paso a ser creativos sobre formas de convivencia inéditas.

He ahí la necesidad del arte y en particular, como es mi caso, de la poesía.

Poesía que nos devuelve el alma en medio de entornos donde los colores partidistas se alquilan bajo el pragmatismo político que prostituye las ideologías.

La realidad, tan terrible como pueda ser, necesita más de  la perspectiva poética para la articulación sináptica del pensamiento lateral, que de luz para enfrentarla  y renovarla.

Querido lector: ¿Cuál es su libro favorito? ¿Su poeta inolvidable? ¿El poema que le llena el alma? No acaso algunas líneas, escrita de manera exquisita aunque puedan ser brutales, nos permiten ver la misma realidad con otra perspectiva.

¿Está usted de acuerdo conmigo en que vale la pena más seguido tomarse un respiro poético para seguir de pie en medio de lo que estamos viviendo?

Abel Pérez Rojas (@abelpr5) es doctor en Educación Permanente. Dirige: Sabersinfin.com.

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