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LA VACUNA CONTRA EL PAPILOMA HUMANO NO ES SUFICIENTE PARA REDUCIR LOS DAÑOS DE ESTE VIRUS: CIENTÍFICA BUAP

  • La co-infección -la presencia de más de una variación de VPH en el organismo- es lo que genera displasia: Cedillo Ramírez.

La prensa internacional ha reportado que el Virus del Papiloma Humano (VPH) afecta al 80 por ciento de los hombres y mujeres sexualmente activos. Se sabe que algunas de sus variedades, con el tiempo, pueden ocasionar seis distintos tipos de cáncer. Aunque en México se ha extendido la vacuna contra este virus, científicos de la BUAP manifiestan su preocupación ante el hecho de que en uno de sus estudios observaron una alta incidencia de dos tipos de VPH asociados al cáncer y contra los cuales la vacuna no es efectiva: las variaciones 90 y 91.

“La inquietud que tenemos se debe a que si bien existe una vacuna contra el virus -que se aplican de manera cotidiana en México-, esta protege al ser humano únicamente contra cuatro de sus cien variaciones, las consideradas de alto riesgo, las cuales no fueron tan frecuentes en la población estudiada”, informó Lilia Cedillo Ramírez, directora del Centro de Detección Biomolecular de la BUAP, unidad responsable de este estudio.

En una muestra integrada por 300 mujeres jóvenes, dio a conocer que hallaron dos tipos de VPH, el 90 y el 91. Se trata de dos variaciones que no han sido estudiadas a detalle por la comunidad médica, pero que sí se pueden asociar a varios tipos de cáncer. “Dada esta situación, hay que insistir en la utilización del condón, que es considerado más como un método anti reproductivo que como un mecanismo de prevención de enfermedades de transmisión sexual”, opinó la experta.

La investigadora, quien es maestra y doctora en Microbiología por el Instituto Politécnico Nacional, sostuvo que el VPH es un virus que tiende a desaparecer en el primer año después de la infección, gracias a los mecanismos del sistema inmunológico, pero en los casos en los que esto no ocurre, algunos de los cien tipos de este virus pueden causar cáncer.

En este proyecto de investigación, el cual inició hace dos años para estudiar infecciones que son de importancia para las poblaciones estudiantiles, encontraron que en las 300 mujeres atendidas hubo una incidencia de VPH del 40 por ciento. Es decir, alrededor de 120 pacientes, de las cuales 27 por ciento ya tenían un daño. El estudio reveló una incidencia de VPH tipos 90 y 91 del 10 por ciento de las portadoras, “un porcentaje alto si se considera que el virus posee más de cien variaciones”.

También se realizó el estudio de persistencia del VPH durante ocho meses en este grupo de estudio, observándose que 18 por ciento de los virus se eliminaron en los primeros cuatro meses y otro 5 por ciento en los cuatro meses posteriores, mientras que 77 por ciento persistieron o se recolonizaron.

“Los resultados obtenidos nos muestran la necesidad de que las jóvenes se sigan practicando de manera rutinaria pruebas como el Papanicolaou, a fin de diagnosticar de manera temprana la presencia de cáncer, independientemente de que se hayan vacunado o no”, comentó Cedillo Ramírez.

El problema de la co-infección

La investigadora destacó que este trabajo los llevó a un segundo estudio que tuvo como propósito identificar cuáles son los tipos de VPH que ya están causando cáncer en la población de Puebla. En ese sentido desarrollaron un trabajo en conjunto con la Secretaría de Salud, en el que revisaron cuáles virus estaban presentes en las mujeres que ya sufrían de alguna displasia o anomalía en el desarrollo de un tejido, órgano o una parte anatómica del organismo.

En la investigación analizaron la incidencia del VPH en 75 mujeres que fueron atendidas por la médica Ana María Cortés, en la Clínica de Displasias del Hospital General de Cholula. Esta mostró que el 48 por ciento fueron positivas para VPH. Notaron, además, que en las 16 pacientes que ya tenían daño estaba presente un tipo de VPH de alto riesgo, acompañado de cualquiera de sus variaciones. Es decir, estaban presentes más de una variedad del virus.

En ellas encontraron las variaciones que ya están reportadas como las responsables de originar cáncer -16 y 18-, “pero curiosamente quienes presentaban algún daño eran las pacientes que tenían más de una variación de VPH, es decir, notamos que la co-infección es lo que en ellas estaba generando daño”, precisó.

Por ello, continuó, a pesar de la vacuna no debemos olvidarnos de seguir monitoreando las lesiones causadas por el virus a lo largo del tiempo, mediante técnicas como el Papanicolaou. Afortunadamente el virus no causa cáncer de la noche a la mañana, así que resulta importante detectarlo a tiempo mediante pruebas médicas de diagnóstico.

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