- Juan Pablo Prado Lallande abonó en la comprensión de la cooperación triangular, para el desarrollo de los países iberoamericanos.
Por su contribución en el entendimiento de la cooperación triangular desde una perspectiva iberoamericana, particularmente sobre los ejercicios realizados por España con países latinoamericanos, en este caso Chile y México, Juan Pablo Prado Lallande, académico de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la BUAP, y Christian Freres, investigador asociado del Instituto Complutense de Estudios Internacionales, en Madrid, obtuvieron el primer lugar del “Premio Iberoamericano a la Investigación en Cooperación Sur-Sur y Triangular”.
Con su trabajo “Renovando alianzas del desarrollo en Iberoamérica. La cooperación triangular hispano-latinoamericana”, Prado Lallande y Freres obtuvieron el premio correspondiente al primer lugar de la categoría Academia, centros e institutos de investigación de dicho concurso, el cual es impulsado por el Programa Iberoamericano de Fortalecimiento a la Cooperación Sur-Sur y Triangular (PIFCSS), adscrito a la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), organismo que da seguimiento a las Cumbres Presidenciales Iberoamericanas.
Lo recibieron en una ceremonia realizada el pasado mes de julio, en Madrid, España, que fue presidida por Jaime Miranda, viceministro de Cooperación al Desarrollo del Ministerio de Relaciones Exteriores de El Salvador, actual sede de la Secretaría Ejecutiva del PIFCSS -organizadora del concurso- y Rebeca Grynspan, secretaria General de la SEGIB.
Juan Pablo Prado Lallande, egresado de la Licenciatura en Relaciones Internacionales de la UNAM, es especialista en cooperación internacional. Posee los títulos de maestro en Cooperación Internacional y doctor en Relaciones Internacionales y Unión Europea, por la Universidad Complutense de Madrid. Además, es consultor para varios países y organismos internacionales y miembro del Sistema Nacional de Investigadores.
En su trabajo, los investigadores sostienen que la cooperación triangular debe instrumentarse a través de una estrategia articulada, mediante instrumentos jurídicos adecuados y estructuras institucionales ad hoc, para que sus procesos y resultados sean técnicamente más sólidos y basados en los propios intereses de los socios.
Argumentan, además, que el desafío es amplio, pero que el incentivo reside en que la cooperación triangular contribuye a la conformación de una identidad iberoamericana más cohesionada.
Lo anterior, luego de analizar ejercicios españoles de cooperación triangular (una estrategia enfocada a renovar alianzas de desarrollo que contribuyan a la resolución de los desafíos nacionales, regionales y globales), tomando como principal referente los realizados con países latinoamericanos, mediante los Acuerdos de Nueva Generación, con énfasis en los casos chileno y mexicano.