Por Redacción
El 2017 ha llegado y con él, el alza a los combustibles. Todos, unos más que otros, se verán afectados. De norte a sur, la sociedad civil, el sector empresarial, el industrial y de servicios, así como políticos, se han manifestado en contra de esta medida, desde que el 27 de diciembre pasado la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) anunció que a partir de hoy los precios de la gasolina subirán súbitamente entre un 14 y 20 por ciento.
Primero y de manera inmediata, el golpe será a los usuarios de unidades y después, conforme el incremento vaya presionando más y más a los precios de bienes y servicios, a todos. El Banco de México (Banxico) prevé una inflación superior al 4 por ciento. Hoy y los siguientes días, miles de mexicanos iniciarán el año protestando en un país donde el salario no es proporcional a estos aumentos. Se ha convocado a marchar y a tomar carreteras y casetas.
“Tal vez va a provocar que dejemos de utilizar nuestros carros porque nos va a salir más barato andar a pie o en camión. No puede ser este gasolinazo tan marcado que nos va a afectar a todos y más a los que menos tienen”, reclamó un ciudadano en Ramos Arizpe, Coahuila, durante una protesta el jueves pasado.
En 2013, el precio promedio de la Magna fue de 12.13 pesos por litro; el de la Premium, de 12.69 pesos por litro, y el del diésel de 12.49 pesos por litro. En los cuatro años del Gobierno de Enrique Peña Nieto, incluido el de hoy, los gasolinazos han sido de 31 por ciento la Magna, 40 por ciento la Premium y 36 por ciento el Diésel.
En contraste, del 1 de enero de 2013 al 16 de octubre de 2016, el salario mínimo ha aumentado 12.8 por ciento en términos nominales.
Pero por efecto del cambio de precios de productos básicos que han aumentado 26.9 por ciento, los incrementos nominales al salario mínimo son en realidad “pérdidas del poder adquisitivo del salario mínimo”. En lo que va del presente sexenio se ha perdido el 11.11 por ciento del poder adquisitivo del salario mínimo, destacó un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) llamado “El salario mínimo: un crimen contra el pueblo mexicano”.
En Zihuatanejo, Guerrero, ciudadanos manifestaron que se va a encarecer todo: el pasaje, la comida, los servicios, “y lo peor es que el salario mínimo es una miseria; no alcanza para nada”.
Desde este domingo y hasta el 3 de febrero, los precios promedio a nivel nacional serán de 15.99 pesos por litro para Magna; 17.79 pesos por litro para Premium y 17.05 pesos para Diésel.
“Es como una patada en los huevos”, determinó el integrante de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), Ricardo Exsome Zapata.
De acuerdo con datos de Petróleo Mexicanos (Pemex), de enero a noviembre, la Magna fue la más vendida (633.7 miles de barriles diarios), seguida del Diésel (334.2 miles de barriles diario) y la Premium (183.3 miles de barriles diario).
En febrero habrá dos actualizaciones semanales en las primeras dos semanas del mes y a partir del sábado 18 de febrero se determinarán de manera diaria.
Los precios máximos diferirán entre las distintas 83 regiones dependiendo de los costos de transporte y distribución de los combustibles a cada una de ellas.
En las siete zonas fronterizas, el precio máximo se establecerá para limitar la diferencia en precios entre la ciudad mexicana y la ciudad estadounidense ubicada del otro lado de la frontera.
LAS PROTESTAS EN TODO EL PAÍS
La indignación se transforma en llamados a protestas, boicot y marchas por “mega gasolinazo”
Las manifestaciones de los ciudadanos contra el aumento “tan marcado”, sumado al desabasto en algunas entidades, se han registrado y se prevé se repliquen en diversas zonas del país y en varios días convocadas principalmente mediante redes sociales.
“No será nada raro que comiencen los brotes sociales de inconformidad ante esta inminente escalada de precios, pues como ha ocurrido en otras ocasiones, las que más lo resienten son las clases más vulnerables, aquellas que viven día a día viendo cómo su salario les alcanza cada vez menos para adquirir productos de la canasta básica”, declaró Osmar León Aquino, dirigente de la organización “México Suma”.
La primera señal de disgusto fue un llamado en redes sociales a llenar los tanques de gasolina del 26 al 31 de diciembre, antes del incremento, y dejar de cargar los primeros tres días de este enero.
“Hagamos una gran cadena con los amigos y familiares. Frente a un gobierno mentiroso y y traidor, la unión hace la fuerza. No consumir combustible tres días”, se convocó.
Hoy domingo, en la Ciudad de México, a raíz de una invitación circulada en redes sociales, se reunirán al mediodía en el emblemático Ángel de la Independencia para exigir “no al incremento de la gasolina”.
En Chihuahua, de acuerdo con El Diario de Juárez, a partir del lunes contemplan el cierre de la carretera Panamericana, en la capital del estado, así como tomar casetas y las vías del tren para evitar el aumento a los energéticos.
“No vamos a parar hasta que se resuelva. El único punto de negociación es que den marcha atrás. El pueblo ya no aguanta más y así lo haremos sentir”, aseguró Heraclio Rodríguez, director de la organización El Barzón.
“Traemos aumentos en los costos de producción desde que subió el dólar a 17 pesos. Mientras que los precios de compra del maíz, frijol, leche y carne siguen igual para los productores, no para los consumidores, que cada día ven cómo suben”, expuso en conferencia de prensa.
Al noroeste del estado fronterizo, convocan a derribar la caseta de cobro Galeana y tomar puentes, según Javier Jurado, representante de Agrodinámica Nacional. “Si es necesario enfrentarnos con alguien, lo haremos”, advirtió.
En grupos de WhatsApp se convocó a una manifestación a nivel nacional para el 7 de enero desde las diez de la mañana en las capitales de todos los estados contra el Presidente Enrique Peña Nieto, los diputados, senadores y la Reforma Energética.
“La paciencia se acabó. No podemos tolerar más tanto descaro. La escasez de gasolina en algunos estados es debido a la gran corrupción existente en Pemex y el saqueo cínico y descarado de sus líderes sindicales, encabezados por el ladrón Romero Deschamps”, decía el mensaje compartido.
En Coahuila, un grupo de alrededor de 15 ciudadanos del municipio de Ramos Arizpe, acompañados por una regidora del Ayuntamiento, se manifestaron el jueves contra el aumento en el precio de los combustibles, reportó el diario local Vanguardia.
“Tu famosa Reforma Energética nos jode más”, dijo un ciudadano. “Malditos traidores”, añadió otro.
El miércoles, habitantes de Ciudad Victoria, Tamaulipas, manifestaron su rechazo con pancartas y lonas. Con permiso de los automovilistas, se colocaron calcomanías con la leyenda “No al gasolinazo 2017”.
En San Luis Potosí, ante el desabasto de gasolina dos jóvenes echaron una bomba molotov contra una de las máquinas despachadoras en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez.
El diario El Sur informó que ciudadanos de Zihuatanejo, Guerrero, reclamaron esta semana que la vida se encarecerá, pero los salarios “son miserables”.
“El gobierno quiere que nos muramos de hambre”, determinó un guerrerense.
“Yo trabajo en la hotelería y lo más seguro es que pasando las vacaciones haya recorte de personal. Aquí no hay muchas fuentes de empleo y luego suben la gasolina, el peso tiene menos valor frente al dólar, pues todo va a estar más caro. A mí no me va a alcanzar para mandar a mis dos hijos a la escuela y los gastos de la familia”. dijo.
FUENTE: SINEMBARGO.MX