LNS de la BUAP se consolida como pieza clave en la construcción de la supercomputadora mexicana Coatlicue

0
77

El Laboratorio Nacional de Supercómputo del Sureste de México (LNS) de la BUAP continúa fortaleciendo su papel como referente nacional en capacidades de cómputo avanzado. Gracias a su infraestructura y servicios especializados, la institución se integra al consorcio encargado de construir Coatlicue, la próxima supercomputadora mexicana que alcanzará hasta 314 PetaFlops, una potencia siete veces superior a la de Pegaso, la supercomputadora más grande de América Latina ubicada en Brasil.

Con esta participación, la BUAP refuerza su liderazgo en el desarrollo tecnológico y científico del país, al aportar uno de sus clústers más robustos: Cuetlaxcoapan. De acuerdo con Marco Antonio de los Santos Landa, director de la Dirección General de Cómputo y Tecnologías de la Información y Comunicaciones (DCyTIC), la contribución del LNS será clave debido a su capacidad comprobada para ofrecer servicios de cómputo de alto rendimiento a proyectos científicos de instituciones públicas y privadas.

La aportación del clúster Cuetlaxcoapan

El clúster está integrado por procesadores Intel Xeon Haswell, 123 nodos de cálculo —entre Thin y semi Fat— y más de 240 TB de almacenamiento, todo interconectado mediante una red Infiniband de 56 Gbps. Esta infraestructura permitirá sumar potencia al proyecto Coatlicue, liderado por la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (SECIHTI) e integrado por instituciones como la UNAM, IPN, UdeG, UAM, Cimav, CICESE y Cinvestav.

Coatlicue será la pieza central del Clúster Nacional de Supercómputo, cuya misión abarcará áreas estratégicas como ciencia climática, salud, agricultura inteligente, predicción hidrológica, detección de anomalías fiscales, prevención de desastres naturales y análisis avanzado para la exploración energética.

El proyecto se desarrollará en ocho etapas, durante 24 meses a partir de enero de 2026, e incluirá desde planeación e ingeniería hasta pruebas finales y puesta en operación.

Un laboratorio en evolución constante

Desde su creación en 2015, el LNS ha evolucionado mediante la adquisición de tecnología de última generación, destacando sus cinco clústers: Cuetlaxcoapan, Centepetl, IBM Power9, Huapáctic y Leviatán. Además, dispone de hardware especializado con tarjetas NVIDIA V100, A100 y L40, indispensables para tareas de inteligencia artificial, análisis molecular y modelado computacional.

Este crecimiento tecnológico ha permitido atender más de 500 proyectos en una década, con especial demanda en Física Computacional, Nanociencia, Astrofísica y Química. Al año, entre 50 y 70 proyectos usan sus recursos de supercómputo, renovándose alrededor de 30.

El LNS también ha fortalecido su infraestructura física, incorporando mejoras en energía, refrigeración, seguridad y continuidad operativa. Prueba de ello son sus certificaciones ISO 9001 y Nivel III de ICREA, que avalan la calidad de sus servicios y su capacidad de operación ininterrumpida del 99.9 %. Actualmente, trabaja para obtener la ISO 37001, enfocada en sistemas de gestión antisoborno.

Impulsando el futuro científico del país

Con su participación en la creación de Coatlicue, la BUAP no solo contribuye a uno de los proyectos tecnológicos más ambiciosos del país, sino que también consolida al LNS como un actor decisivo para impulsar investigación de frontera y acelerar la transformación digital en México.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí