Por Redacción
Ciudad de México.– Manlio Fabio Beltrones Rivera, zorro de la política para algunos y para otros un representante del más viejo Partido Revolucionario Institucional (PRI), dimitió a su cargo como presidente nacional después de la derrota sufrida en las pasada elecciones del 5 de junio.
“Siempre he sido factor de unidad y no de división en el PRI. Toca hacer una pausa para continuar en la búsqueda de los objetivos que durante muchos años hemos venido encarando. La vida y la política siempre imponen retos, siempre es necesario actuar con responsabilidad y asumir con lealtad las consecuencias. Presento mi renuncia para permitir que una nueva dirección encabece las transformaciones que nuestro partido requiere y le urgen”, dijo.
Manlio, quien fue electo para presidir su partido hasta 2019, viajaba en solitario dentro del PRI, en donde “peñistas” y “atlacomulcos” –corrientes ligadas al Presidente Enrique Peña Nieto– tienen gobierno y poder. Había logrado mantenerse firme gracias a que sumó triunfos en años pasados, pero en 2016 perdió incluso bastiones históricos, como Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz.
El PRI ganó sólo cinco de las 12 gubernaturas que estuvieron el disputa y perdió tres en las que no había existido alternancia política desde que nació el partido, hace 89 años. El declive priista en Quintana Roo, Veracruz y Tamaulipas e incluso en Chihuahua abrió la puerta a que partidos de oposición ampliaran su presencia en los estados, principalmente Acción Nacional (PAN) y Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Pero el sonorense no renunció suavecito. En un discurso crítico, llamó a la reflexión pero además se lanzó contra los resultados de quienes hacen gobierno.
“Vemos una derecha ultra conservadora que critica las preferencias sexuales y es misógina. Son posiciones francamente fascistas. También vemos –dijo–, a una izquierda que sólo protesta en las calles, pero no hace propuestas. Es ésta y no otra la disyuntiva que debemos hacer los priistas: retrocedemos en lo que hemos avanzado y permitimos que avance el populismo fracasado en otros países”.
“Entendámoslo bien: lo que está en juego no es la numeralia electoral, sino el proyecto de Nación para el siglo XXI”, dijo ante su propio partido.
“Las reformas transformadoras han recibido reconocimiento entre nosotros y también a nivel internacional, y es hora de profundizar en lo avanzado, en lo que no pudo hacer la derecha conservadora en 12 años. El proyecto de transformación que encabezamos nos ubica en el centro progresista, un proyecto donde todos quepan y se sientan representados”, agregó. “También los resultados son una respuesta a políticas equivocadas y a los excesos de políticos de todos los partidos, aseguró”.
Y citó a Luis Donaldo Colosio: “Lo que los gobiernos hacen, sus partidos lo resienten”.
“No basta el diálogo fructífero con el Presidente y los gobernadores. El Gobierno debe comprometerse más con su partido”, dijo.
Manlio agregó que “la selección de nuestros candidatos y candidatas fue un proceso difícil y se realizó tomando en cuenta a las fuerzas que conforman el partido. Cada uno de los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional cumplió con sus tareas. Lo digo con plena convicción –añadió– con otros candidatos los resultados no hubieran sido diferentes en las pasadas elecciones, y somos el partido más competitivo en los 12 estados en los que se eligió Gobernador”.
“Además –expuso–, algunos partidos como Morena y el PRD están incluso en peligro de perder su registro en varias de esas entidades. Pese a todo, mantenemos un nivel de alta competencia, porque los electores no entregaron cheques en blanco a los nuevos gobernantes, ni a los nuestros ni a los de otros. Estamos obligados a escuchar las voces de los ciudadanos que quieren que la modernidad se refleje en los bolsillos de los mexicanos. No están satisfechos con sólo enterarse de que vamos bien, sino que quieren sentirse bien”.
FUENTE: SINEMBARGO.MX