El presidente del Comité Directivo Estatal (CDE) del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Juan José Castro Justo, expresó su rotundo rechazo a la reforma impulsada por Morena a la Ley de Amparo, calificándola como un grave retroceso jurídico e institucional que dejaría desprotegida a la ciudadanía ante eventuales abusos de poder.
Acompañado por la secretaria general del partido, la diputada Delfina Pozos Vergara, así como por diversos liderazgos priistas, Castro Justo sostuvo que la figura del amparo ha sido históricamente un mecanismo de defensa frente a decisiones arbitrarias de las autoridades, y que con esta reforma, se busca desmantelar esa protección.
“Con esta propuesta se rompe una de las pocas barreras legales que le quedan al pueblo frente al autoritarismo. Se fortalece al Estado y se debilita al ciudadano”, afirmó el dirigente priista.
El líder del PRI en Puebla advirtió que la iniciativa responde a una lógica de concentración de poder que somete al Poder Judicial al control del Ejecutivo, especialmente tras el nuevo modelo de “elección judicial” propuesto por el Gobierno Federal. Señaló que este esquema pone en riesgo la imparcialidad de los jueces, quienes ahora podrían responder a intereses políticos y no a criterios de legalidad.
“Un paso más hacia el autoritarismo”
Castro Justo coincidió con el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, al calificar esta reforma como una amenaza a la democracia y al Estado de derecho. Indicó que su aprobación significaría “otro paso hacia la instauración de un régimen autoritario”, en el que los ciudadanos quedarían sin defensa jurídica ante decisiones del poder público.
“No apoyaremos una reforma que deja a los mexicanos a merced del poder. El PRI será firme, y utilizaremos todos los medios legales y políticos a nuestro alcance para frenar esta regresión”, aseguró.
Finalmente, hizo un llamado a la sociedad civil, organizaciones defensoras de derechos humanos, universidades y ciudadanía en general a alzar la voz y defender el amparo, figura que —dijo— ha sido clave en la protección de los derechos individuales y colectivos en México.
“La justicia no puede estar al servicio del poder. El amparo no es un privilegio, es una necesidad para vivir en democracia”, concluyó.