Por Redacción
El ex Gobernador de Quintana Roo, Mario Villanueva Madrid, sentenciado en Estados Unidos por lavado de dinero, será liberado y extraditado a México, en donde le espera la cárcel para terminar de cumplir una condena de 28 años de prisión impuesta por un juez mexicano.
La Procuraduría General de la República (PGR), a través de la Subprocuraduría Jurídica y de Asuntos Internacionales, informó que se están tomando las previsiones necesarias para coordinar su entrada a territorio nacional y recordó que él tiene pendiente una sentencia condenatoria dentro del proceso penal 101/2003 del Juzgado Tercero de Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de México.
Aclaró que serán las autoridades migratorias de los Estados Unidos las que determinarán la fecha de la deportación a México.
Con esta acción, una vez más, la Procuraduría General de la República, reitera sus esfuerzos para abatir los espacios de impunidad, haciendo manifiesta la estrecha colaboración entre México y el gobierno de los Estados Unidos de América, en el combate a la delincuencia.
En una carta publicada en medios de comunicación nacional, el ex mandatario estatal detalló este día la situación jurídica, y de salud que enfrenta actualmente:
“Por fin de regreso a México aunque por ahora… a la cárcel de nuevo”, comienza el escrito en el que señala que será liberado mañana. “Por ser extranjero, las autoridades de Migración (ICE) me deportarán a México con un trámite de una semana a un mes. Después me entregarán en la frontera a las autoridades del gobierno Mexicano porque ahí tengo una pena de prisión pendiente”.
Mario Villanueva Madrid era reconocido como un funcionario cercano a Carlos Salinas de Gortari. El año en que salía de su sexenio fue acusado de operar en el sureste del país por parte del cártel de Juárez y permitir operaciones del mismo y de los líderes en Cancún Ramón Alcides Magaña “El Metro” y Juan Esparragoza, “El Azul”.
En 1998, The New York Times y medios nacionales presentaron investigaciones que relacionaban Villanueva con el narcotráfico, apuntando que facilitaba la movilización de droga de Colombia a Estados Unidos, vía Quintana Roo.
La Procuraduría General de Justicia giró cuatro 4 órdenes de aprehensión por la comisión de trece delitos. El 5 de Abril de 1999 huyó evitando ser encarcelado en el penal que en ese entonces era Almoloya, permaneciendo como prófugo durante varios años. En ese tiempo emitió un comunicado aclarando que no era un delincuente y que era perseguido por asuntos de política, ya que su relación con el Presidente Ernesto Zedillo no era muy buena.
El 25 de Mayo del 2001 fue capturado en Cancún en un auto Nissan, acompañado de Manuel Jesús Chan, un ex agente de la policía judicial del estado y de Ramiro Rosa Bejarano. Fue detenido con 143 mil 500 pesos en efectivo y lo trasladaron a la PGR de Cancún. Al rendir su declaración en “La Palma” el penal de máxima seguridad, se declaró inocente.
“Estando prófugo, acordé con el Presidente Fox que iba a entregarme, pero a la PGR no le convenía y me detuvieron antes por la traición de mi amigo y ex colaborador Irving Trigo Segarra, encarcelándome ilegalmente en la cárcel de máxima seguridad de Almoloya durante seis años y 26 días, al término de los cuales el juez de Distrito que llevo mi caso me otorgó la libertad el 21 de junio de 2007 absolviéndome de todos los delitos excepto el de lavado de dinero, por el que me impuso seis años de prisión”, comenta en la carta difundida en los medios.
En enero del 2002, el gobierno de Estados Unidos solicitó la extradición de Mario Villanueva; de “El Metro”; de Gilberto Salinas Coria, “El Güero Gil” y de Miguel Ángel Caro Quintero para juicios por cargos de narcotráfico y lavado de dinero.
En los Estados Unidos fue condenado en junio de 2013 por el delito de lavado de dinero.
“Sobreseyeron todos los cargos de narcotráfico, es decir, me absolvieron de ellos. Por la presión del Gobierno Mexicano y porque me negué a colaborar con la fiscalía, me impusieron una pena muy alta, de 17 años de prisión. Colaborar significa dar información, los narcotraficantes de México y Colombia lo hacen y reciben penas muy bajas” precisa la carta de Villanueva.
De los 17 años, le acreditaron nueve años que estuvo en prisión en México.
“Estando en ese proceso, la PGR apeló contra la sentencia absolutoria que me dictó el juez de Distrito y, un año después, en junio de 2007, en obvia consigna el Magistrado de apelación echó para atrás la sentencia absolutoria del juez y me condenó a la inusitada pena de 36 años y 9 meses de prisión, por los delitos de: fomento al narcotráfico (por la supuesta protección a los narcotraficantes; asociación delictuosa (por ser miembro de la organización criminal); y, violación al artículo 115 bis del Código Fiscal de la Federación, que significa lavado del dinero que dijo la PGR que me daban los narcotraficantes por la protección que supuestamente les daba” comenta.
Por apelación en contra de esa sentencia y diversos juicios de amparo que impuso, la pena fue reducida a en 28 años 8 meses y 7 días, por los delitos de fomento al narcotráfico y lavado de dinero. La Magistrada descontó los 6 años que estuvo preso en Almoloya, por lo que le quedan por compurgar 22 años 7 meses y 11 días, “que deberé empezar a cumplir apenas pise suelo mexicano”, señala.
“A mis 68 años y medio, terminaría de cumplir esa pena a los 91 años, los que sin duda no viviré. Esta pena es una muestra más de la enorme sana con que el gobierno mexicano me ha tratado, condenándome a cadena perpetua y a morir en la cárcel, con sentencias ilegales.” afirma.
El ex mandatario abunda que desconoce a qué cárcel será enviado, pero destaca que interpondrá los recursos legales para pedir que la pena la pueda cumplir en casa, ya que, afirma que su estado de salud es delicado, que Estados Unidos, recomendó que siga con el tratamiento y atención médica que le daban en Estados Unidos; sin embargo, sostiene Villanueva, en México no hay ninguna cárcel que pueda darle la atención médica que requiere.
“Mi expediente médico en los Estados Unidos cuenta con más de cinco mil hojas en las que se detallan las enfermedades, el tratamiento médico que se les ha dado, las medicinas, los análisis, etc. con las fechas en que se han hecho; así como los nombres de los médicos especialistas y de medicina general, con sus recetas y recomendaciones, y los paramédicos y enfermeras que me han atendido, describiendo la situación de mi salud, que se considera grave, de nivel 3. Solo hay un nivel superior, que es el 4, para enfermos con enfermedades terminales”, detalla el ex Gobernador.
Agrega: “En ninguna cárcel federal de México hay las condiciones para proporcionarme la atención médica que necesito, deberían llevarme directamente a mi casa, pero no será así, y llegando a México solicitaré que se me otorgue el beneficio de compurgar la pena en el domicilio en lugar de la cárcel”.
Villanueva Madrid insiste en su inocencia y afirma que seguirá en la lucha por demostrarla: “el costo de la maquinación perversa en mi contra ha sido muy duro. Hace 17 años y 9 meses salí de mi casa, estuve dos años y dos meses jurídicamente prófugo, pero en realidad me refugié porque peligraba mi vida. Llevo poco más de 15 años y siete meses en la cárcel, mi familia y yo hemos sufrido grandes humillaciones, se ha perdido casi todo el patrimonio y, lo más importante, que es la salud, se encuentra muy deteriorada, la de mi esposa y la mía. Sin embargo, no me rindo, nunca me rendiré, esa palabra no está en mi diccionario, mi cuerpo está muy lastimado por las cárceles en México, pero mi mente y mi voluntad permanecen inquebrantables”.
FUENTE: SINEMBARGO.MX