Por Mario Fernández.
El vocalista del grupo Julian Tapia, se deslinda de su ex manager, Robin Revilla y recuerda los momentos difíciles que vivió en aquella época, donde el más grande vividor de la música y los grupos, explotaba y manipulaba a sus incautos trabajadores con promesas de gran fama y popularidad, sin embargo, la realidad era distinta.
«Fue una época muy difícil, viviamos en una bodega todos amontonados mientras Revilla y su disquera, recibian mucho dinero por los temas que nosotros tocábamos» recuerda el vocalista en rueda de prensa.
Mientras los temas de «sin chamba» » canchis canchis» «el color de tus ojos», sonaban en todas las estaciones de radio, y los discos maquilados por «revilla records» -hubicada en la 9 norte entre 8 y 10 poniente- los músicos, no recibian su salario, pero aún así, debian cumplir con el contrato que habían firmado.
«Pasábamos hambre» resalta Julian, empero, esto nos obligó a tomar medidas judiciales en su contra (de «Robin Revilla) y en unos meses, las demandas en su contra, serán efectivas.
Y en efecto, éste sujeto, es conocido como uno de los peores abusivos del medio, ahora exiliado en Estados Unidos, por miedo a represalias por sus diversos robos y plagios, el gángster de la música quien también es dueño de «Los papis» a quienes deshizo para no pagar(que raro), la justicia le hará pagar sus fechorías una vez que se dictamine el fallo de la corte.
El veterano musical, instó a tomar medidas legales a todos aquellos que fueron afectados por éste sujeto quien hace uso ilegal de su música y obtiene millones de pesos sin que nadie lo sepa (…).
Explica que ahora con el tema de NEGRITA, un éxito del grupo más icónico Bolivia, los Jarckas y adaptado a su estilo, muchos compositores se darán cuenta que fueron víctimas de robo, aunado a esto las estrategias para no pagar es llevarlas a la unión americana, donde es muy difícil por temas de derechos de autor, poder reclamar sus obras además de ser muy caro y en caso de ganar los juicios, no recuperan al 100% la inversión para ganar el litigio.
El músico, en compañía de su agrupación, ya deslindada de el explotador, destacó que se han vuelto una tendencia en redes sociales con su cover, y gracias a esa aceptación, repuntan hacia un nuevo horizonte donde el público es de diversos países y con gusto por la cumbia.
Asimismo, estuvo acompañado por los sonideros «los juniors» con quienes tienen relación laboral y con su singular capacidad artística, combinan las cumbias de antaño con el estilo andino de la agrupación.