Puebla, Pue.— En un firme posicionamiento contra la corrupción, el gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, afirmó que la llamada «Ley Anti Milpa» representa un proceso de regulación necesario para sancionar actos irregulares dentro del servicio público. Durante su conferencia matutina, el mandatario estatal subrayó que esta ley tiene como objetivo dejar establecido en la Constitución que quienes incurran en prácticas corruptas serán sancionados conforme a la ley.
“El que quiera servir al Estado debe hacerlo con honestidad. Esta ley no es persecución, es regulación. Las leyes son para garantizar la convivencia y el correcto funcionamiento de los órganos del Estado que sirven a la sociedad”, destacó Armenta.
El gobernador explicó que la corrupción y los abusos de poder deben ser combatidos con rigor legal, no con motivaciones políticas. Reiteró que su administración promueve principios y valores, y que la aplicación de la ley debe ser estricta donde se detecten irregularidades.
Como ejemplo de estas prácticas, Armenta criticó abiertamente casos como el del Museo Barroco, cuyo costo se disparó de 600 millones a 14 mil millones de pesos. “Eso no fue un diezmo, fue una acción deliberada de saqueo institucional. Fue una sociedad coludida al amparo del poder”, denunció.
El mandatario también hizo un llamado a quienes aspiren a cargos públicos, como presidencias municipales o gubernaturas, a que entiendan que la función pública es para servir, no para enriquecerse. “La función no es cuánto te va a dejar el sexenio o el trienio, sino cuánto puedes aportar al bienestar de la sociedad”, puntualizó.
Con esta iniciativa, el Gobierno del Estado de Puebla busca dejar un precedente legal que blinde a las instituciones frente a prácticas corruptas y fortalezca la transparencia en el ejercicio público, reafirmando su compromiso con una administración honesta, eficiente y al servicio de la ciudadanía.