- Durante la Semana del Cerebro, académica de la Facultad de Ciencias Biológicas habló sobre el cerebro triuno.
Por naturaleza, los humanos buscamos las condiciones para sobrevivir como especie, al asegurarnos la satisfacción de necesidades básicas y fisiológicas, como alimento y sexo. Como seres emocionales somos capaces de intercambiar sentimientos con otros. Mientras que desde la razón, desarrollamos procesos cognitivos que permiten la evolución social. Estos procesos corresponden a tres sistemas cerebrales independientes: reptiliano, límbico y neocorteza, el cerebro triuno, de acuerdo con el neurocientífico Paul MacLean.
El más antiguo de los tres, el reptiliano, se estima que tiene 500 millones de años, es resistente al cambio, se considera el guardián de la vida y está relacionado con medios de sobrevivencia, como las respuestas al peligro, la comida y el sexo, “lo cual evolutivamente es un punto crucial en todos los organismos, sean desarrollados o no”, explicó Aleidy Patricio Martínez, catedrática de la Facultad de Ciencias Biológicas de la BUAP.
Durante una conferencia impartida durante la Semana del Cerebro, en la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ), indicó que este sistema consta de los ganglios basales, el tallo cerebral y el sistema reticular, y está relacionado con procesos de respiración, presión sanguínea, regulación del apetito, sed, temperatura y sueño, entre otros. Es decir, procesos de los que a veces no somos conscientes que suceden en nuestro organismo.
“El sistema límbico está relacionado con las emociones, está compuesto por diferentes núcleos cerebrales que son el tálamo, la amígdala, el hipotálamo, el bulbo olfatorio, la región septal, el hipocampo y algunas glándulas como la pituitaria. Es el que nos hace sentir alegría, angustia, temor, agresión, enojo, etcétera, y aprende por asociación, por lo que es fundamental para la memoria”, señaló.
Comentó que el bulbo olfatorio es una parte importante para que se lleven a cabo los procesos de memoria, de modo que es posible asociar los olores con recuerdos y estos a su vez con emociones; también el sistema está relacionado con los valores y la ética. Este cerebro se desarrolla incipientemente en las aves y totalmente en los mamíferos.
La investigadora del Laboratorio de Neurofarmacología de la FCQ dio a conocer que el último de estos sistemas, el cerebro neocortical, es el más evolucionado y fue el último en desarrollarse para la protección de los núcleos subcorticales y detonar una característica importante en los mamíferos: la parte racional.
“Muchas investigaciones han abordado el estudio de la corteza cerebral y hay una clasificación entre el hemisferio derecho -asociado principalmente a la lógica, el análisis y síntesis, la descomposición de un todo en sus partes- y el hemisferio izquierdo -relacionado con los procesos asociativos, imaginativos y creativos, la parte artística. También se ha hablado de la diferencia entre el cerebro masculino y femenino”, destacó.
¿Podemos controlar estos tres sistemas? De acuerdo con la experta, la respuesta es sí.