- La titular de la Dirección General de Auditoría Forense, de la Auditoría Superior de la Federación, impartió una conferencia magistral en la BUAP.
Tras señalar que el robo de identidad en México aumentó en 500 por ciento y que descubrir un fraude lleva en promedio 18 meses, Muna Dora Buchahin, directora General de Auditoría Forense, de la Auditoría Superior de la Federación, destacó el papel relevante de la auditoría forense en el tema, al tratarse de un enfoque técnico cuyo fin es examinar y revisar indicios, procesos y hechos.
Al impartir una conferencia magistral ante alumnos, académicos y funcionarios, entre éstos Óscar Gilbón Rosete, titular de la Tesorería General de la BUAP, y David Villanueva Lomelí, auditor Superior del Estado de Puebla, la doctora Buchahin explicó que es difícil detectar a los defraudadores. Sin embargo, una planeación puede determinar acciones preventivas y establecer líneas de investigación para conocer cómo operan éstos.
Más tarde, indicó que en una auditoría forense se revisa que los documentos sean verídicos y que los recursos se apliquen de manera correcta; en estos procesos, la corrupción es uno de los temas recurrentes. Tal es el caso del fraude ocupacional, en el que se usa la propia ocupación para el enriquecimiento personal, a través de malversación de activos y declaraciones fraudulentas.
En este sentido, la auditoría debe vincularse a fraudes y actos corruptos, para prevención y disuasión. Su proceso se caracteriza por planeación, desarrollo, informe, dictamen y denuncia de hechos. “El 80 por ciento de las auditorías depende de una excelente planeación, el porcentaje restante de los especialistas”.
Por tal motivo, la titular de la Dirección General de Auditoría Forense señaló que se necesita un equipo multidisciplinario conformado por abogados, contadores, ingenieros, informáticos, ingenieros en sistemas y programadores, entre otros especialistas, ya que de acuerdo con el caso dependerá el perfil.
Para formar especialistas en auditoría forense es necesario fortalecer habilidades y conocimientos especializados, tener una capacitación apropiada y certificaciones internacionales, con el objetivo de que desarrolle aptitudes cognitivas para la identificación de operaciones inusuales o sospechosas.
Lamentablemente, en el país sólo existen 137 personas certificadas en materia de fraude, por lo que la doctora Muna Dora Buchahin expuso que se necesita establecer un frente común para promover mejores prácticas.
Por otra parte, Manuel Molina Parral, experto en tecnología de datos y cómputo forense, habló sobre técnicas y herramientas de tecnología de la información para apoyar la investigación de fraudes.