“Nunca darse por vencido. Nunca”.
Abel Pérez Rojas.
El triunfo del padre chino que se convirtió en taxista para buscar a su hija desaparecida veinticuatro años atrás, es otro pasaje de esos que nutren la fortaleza de muchos, en el sentido de que la esperanza es lo último que debe perderse cuando se busca a un ser querido. Este caso debe inspirar a miles alrededor del mundo y muy particularmente a quienes viven en países como México.
Hace unos días a través de la nota titulada: Un padre se hace taxista para buscar a su hija desaparecida y la halla 24 años después, El País (3/04/2018), me enteré de la historia de Wang Mingqing y su hija Qifeng.
El 8 de enero de 1994, Qifeng desapareció sin dejar huella alguna mientras se encontraba en el puesto callejero de frutas de sus padres.
Desde aquella fecha, Wang y su esposa, Liu Dengying, hicieron de todo para tratar de hallar a la menor desaparecida: distribuyeron carteles, visitaron hospitales, orfanatos, morgues y estuvieron una y otra vez sobre las autoridades policiacas.
Pero, la búsqueda fue inútil.
Fue así como en el año 2015 Wang decidió volverse taxista para aprovechar sus recorridos, poder contarle a todos los pasajeros su historia y recorrer cuanto rincón pudiera con tal de encontrar a la menor desaparecida.
Gracias a que el año pasado esta historia se difundiera en diversos medios de comunicación del país asiático, y a la intervención de un dibujante que realizó un retrato de cómo podría ser la menor años después, una mujer a cientos de kilómetros se sintió identificada con el retrato hablado.
Después de varias pruebas genéticas se determinó que en efecto, aquella mujer casada y con hijos, era Qifeng.
Imagínese querido lector, lo que habrá sido aquel encuentro entre los padres y la mujer desaparecida poco más de dos décadas atrás.
El esfuerzo, la constancia y la determinación para nunca darse por vencidos habían tenido su gratificación
Esta historia es inspiradora no sólo en sí, sino a la luz de otras experiencias que confirman el patrón de la justa recompensa para quienes no se dan por vencidos.
Recordé con la historia de esta familia china la lucha que desde 1977 mantiene de pie y de forma organizada a las Abuelas de Plaza de Mayo, esa organización civil que busca “localizar y restituir a sus legítimas familias todos los niños desaparecidos por la última dictadura argentina”, y que según su propia información ha tenido éxito en 127 casos, Abuelas de Plaza de Mayo (3/04/2018).
Pero, esta historia china también debe inspirar a todos aquellos que están a la búsqueda de un ser querido desaparecido, como es la situación que viven miles de familias mexicanas con los más de 32 mil mexicanos desaparecidos del 2007 a la fecha, de acuerdo con las cifras del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED), elaborado por el Sistema Nacional de Seguridad Pública, CNN en Español (13/09/2017).
Las historias de quienes buscan a un ser querido deben inspirarnos a todos, porque muchas de esas búsquedas no deberían ser sólo de ellos sino de todos. ¿O no?
Abel Pérez Rojas (@abelpr5) es escritor y educador permanente.