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FAMILIAS Y ONGS EXIGEN ALERTA DE GÉNERO Y EVITAR QUE LA ENTIDAD SE CONVIERTA EN UN NUEVO ESTADO DE MÉXICO

Por Redacción

“Cada que encuentran a una niña muerta, para mí es una devastadora la noticia. Cada una de ellas representa a mi hija. Como madre mi dolor sigue. Esta situación tiene que tener un freno, tenemos que hacer algo”, dice María del Rocío del Carmen Limón Maldonado, madre de Paulina Camargo, desaparecida y asesinada presuntamente el 25 de agosto de 2015, con cuatro meses de embarazo.

Paulina, agrega la madre, era su amor, su música y alegría. El 25 de agosto se repite cada día, sin que pueda sanar su dolor.

Aunque el presunto asesino está confeso, después de año y medio de los hechos aún no se le dicta sentencia. José María Sosa Álvarez, el padre del hijo que esperaba Paulina, confesó que llevó a la joven con engaños a su departamento, la asesinó, la colocó en bolsas negras y la tiró en un contenedor de basura.

Sin embargo, el cuerpo de Paulina no ha sido localizado por lo que, de acuerdo con María del Rocío, se sospecha que el feminicida confeso puede estar mintiendo.

“Yo he buscado en muchos lugares. Hemos bajado al río, seguimos haciéndolo frecuentemente, cualquier persona nos informa y vamos. Nos han dicho que en algún área boscosa y vamos con la esperanza de tener un poco de paz. El homicida confesó que la asesina, la pone en una bolsa de basura y la coloca en el contenedor; pero la búsqueda fue exhaustiva y no la encontramos. Él está mintiendo”, considera.

Paulina fue uno de los 60 casos contabilizados por las organizaciones poblanas en 2015. Este año, precisa Vianeth Rojas Arenas, directora del Observatorio Ciudadano de Derechos Sexuales y Reproductivos (Odesyr), ya son 66 con la joven que fue encontrada ayer en la madrugada golpeada y asfixiada con una soga en la zona de Valsequillo.

Sólo esta semana se han contabilizado cuatro feminicidios y, de acuerdo con Vianeth Rojas, el seguimiento que tienen las organizaciones es hemerográfico, por lo que estima que por cada cuerpo que aparece en los medios de comunicación hay una víctima más de la que no se tiene conocimiento.

“La cifra puede duplicarse. La Fiscalía del estado tiene como acuerdo investigar todos los homicidios dolosos como feminicidios y, descartar en el transcurso de la investigación si se trata de este delito o no”, explica.

Hasta hoy la Procuraduría de Justicia del Estado de Puebla sólo reconoce 42 feminicidios de los 66. El año pasado reconoció 12. Una cifra que, aún con sus datos, resulta alarmante, precisa Rojas Arenas.

“Es alarmante porque sí ha subido [el número de feminicidios], eso indica que este año hubo un feminicidio a la semana. ¿Qué más se necesita para que la Fiscalía, el Gobierno del Estado, acepten que esto es alarmante? No queremos llegar a las mismas cifras del Estado de México. No se está previniendo el feminicidio, porque sigue pasando. No hay políticas públicas. El feminicidio es la punta del iceberg de la violencia”, dice.

Para la madre de Paulina Camargo la justicia en Puebla ha sido lenta. El feminicida confeso no ha sido sentenciado, a pesar de las promesas a la familia.

“El caso sigue abierto, seguimos luchando y pidiendo justicia. No nos vamos a ir hasta me entreguen a mi hija y se le haga justicia a ella y a su bebé. Las peticiones han sido a las autoridades para que pongan un poco más de interés y dinero. Que investiguen bien, porque los crímenes nos están rebasando”, explica.

FUENTE: SINEMBARGO.MX

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